Estrategias en el amor
No sé qué hacer con mi pareja.
Hoy vamos a hablar sobre el amor y las relaciones de pareja.
Hace unos días, me presentaron a una chica, y en cuanto se enteró de que era psicólogo, me confesó que estaba bastante decepcionada con el tema del amor. Decía que si ella salía con un chico, no le gustaba tener que estar pensando en si tenía que hacer tal o cual cosa, ni seguir ciertas pautas de comportamiento que supuestamente eran buenas para su relación. Decía, por ejemplo, que si le apetecía llamar a su pareja, ¡pues lo llamaba y ya está!, y que odiaba eso de tener pensando si debía o no debía llamarlo, y que ella no iba a usar estrategias de ningún tipo con su pareja.
Yo le dije que no podía estar más de acuerdo con ella, y que estaba totalmente en contra de realizar estrategias en el amor, eso sí, matizando algunos detalles (que no le concreté en ese momento, pero que os comento aquí).
Nada de estrategias en el amor, y sí a la espontaneidad, pero hablemos de espontaneidad y maticemos el término. Todo acto que nace del amor es espontáneo, pero no todo acto espontáneo es amoroso. Puedes dar un beso espontáneamente, o puedes dar un tortazo espontáneamente. Puedes conversar con tu pareja espontáneamente o puedes gritarle espontáneamente. No confundamos el amor con la espontaneidad.
Ser espontáneo significa que actúas sin pensar, sólo eso, y es bueno tomar consciencia de si ese acto espontáneo es amoroso o no. Por ejemplo, puedes hablar espontáneamente horas y horas con tu pareja, sin dejar que ella apenas lo haga, pero eso no significa que la quieras mucho. ¿Has pensado, sólo por un momento, si a tu pareja le está interesando lo que le estás contando, o si le apetece intervenir en la conversación? Si no te pones en su lugar en ningún momento, ¿a tu monólogo incesante le llamas amor? ¿Estás pensando en tu pareja, o en ti? No puede ser amor si sólo piensas en ti.
Sí, es bueno ser espontáneo, sin embargo, si tu espontaneidad no te está dando resultados, si ves que tu pareja no termina de estar a gusto, no hagas estrategias, nada de estrategias en el amor, pero sí plantéate, ¿mi espontaneidad procede de lo mejor de mí? ¿Le ofrezco mis alegrías, o mis tristezas; mis bondades o mis carencias?
Si es lo primero, que nadie te corte las alas. En ese caso, si tu pareja no aprecia lo mejor de ti, quizás signifique que no es la pareja adecuada para ti. Es una cuestión sobre la que meditar.
Si es lo segundo, si tu espontaneidad procede de tus carencias, el primer paso es darte cuenta de ello y, poco a poco, enfocarte en ofrecerle a tu pareja tus alegrías, tus virtudes, tus bondades, no cualquier otra cosa al azar. Si te enfocas en ofrecerle lo mejor de ti, te pronostico un buen futuro con tu pareja.
(Artículo redactado por Alberto Hidalgo, psicólogo colegiado nº MU-03548)
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